No me enamoré de ti de golpe, ni por casualidad.
Caminé de frente hacia este amor con los ojos bien abiertos y con pasos firmes.
Creo en el destino, pero también creo que sólo estamos destinados a hacer las cosas que elegimos.
Y yo te elijo a ti, en cien vidas, en mil mundos, en cualquier realidad te encontraré y te elegiré de nuevo.